Partidos

El fútbol tiene esas cosas: uno se enamora de un equipo sin siquiera haber visitado la ciudad de origen del mismo. Esto les pasa a algunos miembros de nuestra Peña. Son socios del Atlético de Madrid sin haber visitado su estadio, hinchas a distancia, de corazón, que quisieran ver más partidos en vivo pero por diferentes causas no pueden.

Cuando con motivo del I Encuentro de Peñas Atléticas Europeas una delegación del Atleti nos visitó en Colonia esta situación se hizo evidente durante la charla con las peñas y el representante del Club mostró su gran generosidad  invitando al partido contra la Lazio a todos los miembros de nuestra Peña que aún no conocían nuestro estadio.

Penúltimo Partido de la fase de grupos de la Champions, tocó el Feyenoord de Rotterdam. Ya en agosto cuando se hizo el sorteo y salió, entre otros, el Feyenoord pensé que este sería un buen viaje. Había estado en Holanda, sí, pero no en Rotterdam.

Dicho y hecho. Íbamos los tres, Javi, Edu y yo y, como siempre yo tenía el viaje más largo. Es el inconveniente si uno vive en el Paraíso. El viaje empezó el viernes después del curro. Con una parada en Madrid para ver a mi Atleti en la liga contra el Mallorca. Javi que vive en Alemania, cerca de la frontera con Holanda, iba con el coche y Edu con avión desde Barcelona a Ámsterdam. Yo decidí volar a Alemania e ir con Javi en coche.

Por fin, ya había ganas!

La cita era esta vez en Glasgow, y era el primer gran viaje organizado por nuestra flamante peña. Un buen puñado de socios decidió acudir a un partido que se presumía histórico: se cumplían ni más ni menos que 50 temporadas de la famosa “Batalla de Glasgow”. Nuestro vuelo salía muy temprano desde Colonia a Edimburgo. Allí nos encontrábamos con Rubén y Maribel, que aterrizaban procedentes de Madrid dos horas más tarde. Para facilitar el desplazamiento decidimos alquilar un coche y así nos pusimos los cuatro rumbo a Glasgow, adonde llegamos sobre las 2 de la tarde.

En esta peña confiamos en nuestros jugadores y jugadoras. Incluso antes de clasificarnos para la final de la Copa de la Reina (por cierto, aprovecho para sugerir que se cambie el nombre de la competición porque Letizia ni está ni se la espera, el desprecio que muestra es absoluto).

Lo primero que hice al entrar en el estadio fue colgar nuestra bandera. Los derbis levantan muchas pasiones, y así lo comprobé en las gradas. El público estaba mezclado y entregado y cuando comenzó el partido ya chispeaba.