Punto De Vista

MI PADRINO ROJIBLANCO

MI PADRINO ROJIBLANCO

Carmen

No todo el mundo tiene la suerte que yo tengo. Porque todo el mundo (o casi todo) tiene un padrino, pero el mío es rojiblanco. De los de verdad, de los que molan.

Tengo claro que tiene muchos ahijados, y cuando me apadrinó yo no era muy consciente de la que se me venía encima. Cuando le ofrecí por primera vez mi brazo para bajar las escaleras al auditorio del Metropolitano tuve muy claro que de él podría aprender muchas cosas. Ese día su peña recibía su merecido homenaje por años y años de fidelidad al Club y en el transcurso de esos escalones me contó sus inicios entre pasitos cortos. A él se le llevaron a las primeras filas, como corresponde a un socio cuyo número baja de los 300, y en ese momento me sentí ya un poco huérfana.

DESPUÉS DEL DERBI

DESPUÉS DEL DERBI

Carmen

Estoy jodida,como todos hoy, y mi vía de escape es escribir y sacarme la rabia del pecho.

Fuimos unos ilusos pensando que podríamos pasar de ronda aun sabiendo que jugábamos contra el universo entero. La previa ya nos venía avisando: en su campo, el jueves en vez del miércoles porque les venía mejor, con entradas a cuentagotas, la prensa haciéndoles de palmeros y para más inri esa pancarta con ahorcado incluído que a última hora sirvió para caldear todavía más lo que ya estaba hirviendo. El partido era mero trámite para poner la guinda a una serie de infamias y despropósitos que acaban en escándalo, a una victoria que ya tenían cerrada de antemano, como tantas otras.