SOMOS LAS REINAS DE LA COPA DE LA REINA

SOMOS LAS REINAS DE LA COPA DE LA REINA

En esta peña confiamos en nuestros jugadores y jugadoras. Incluso antes de clasificarnos para la final de la Copa de la Reina (por cierto, aprovecho para sugerir que se cambie el nombre de la competición porque Letizia ni está ni se la espera, el desprecio que muestra es absoluto).

Lo primero que hice al entrar en el estadio fue colgar nuestra bandera. Los derbis levantan muchas pasiones, y así lo comprobé en las gradas. El público estaba mezclado y entregado y cuando comenzó el partido ya chispeaba.

El primer gol blanco fue un regalito que me hizo recordar otros robos sonados de esta gente  y sacó de nuestras gargantas el ya clásico “así, así, así gana el Madrid”. El segundo gol hizo que sus seguidores se vinieran muy arriba y comenzaron los insultos de “perdedores” en la grada. Como eso no es racismo no pasa nada. Menos mal que el fútbol a veces es justo y se encargó ayer de callar bocas.

Antes del descanso ya tuvimos que sacar los paraguas, pero jamás imaginamos el diluvio que se preparó después y que trajo a mi memoria otra noche épica de tormenta y derbi en el Calderón. La lluvia hacía daño, hubo truenos, relámpagos, nos calamos hasta los huesos, pero si las chicas demostraban coraje y corazón nosotros no podíamos ser menos. La lluvia nos impedía ver y no sabíamos si nuestros gritos de ánimo se oían. Mucho público se había marchado ya (más blancos que rojiblancos, a ellos les afecta mucho más la lluvia y el 2:0 les hizo pensar que el ganador ya estaba claro y podían abandonar el estadio porque su trabajo estaba hecho) pero nosotros sabemos que nuestras jugadoras son las chicas que nunca dejan de creer, somos Atleti,  y conseguimos levantar un 2:0 en contra con dos goles en los minutos 88 y 95 que forzaron la prórroga.

El público blanco estaba desaparecido, el tacón de sus jugadoras no sirvió para hacer ni media pasarela, y el Atleti creyó. Con gritos de “se puede, se puede” la grada se venía abajo animando a las nuestras, llevando en volandas a un equipo de lo daba todo. Y llegaron los penaltis… y ganamos.

Fuimos mejores desde los once metros y fuimos mejores desde la grada. Somo el Atlético de Madrid, el equipo que nunca deja de creer. ADN rojiblanco.

¡Enhorabuena, colchoneras!


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