VIAJE A ROTTERDAM

VIAJE A ROTTERDAM

Penúltimo Partido de la fase de grupos de la Champions, tocó el Feyenoord de Rotterdam. Ya en agosto cuando se hizo el sorteo y salió, entre otros, el Feyenoord pensé que este sería un buen viaje. Había estado en Holanda, sí, pero no en Rotterdam.

Dicho y hecho. Íbamos los tres, Javi, Edu y yo y, como siempre yo tenía el viaje más largo. Es el inconveniente si uno vive en el Paraíso. El viaje empezó el viernes después del curro. Con una parada en Madrid para ver a mi Atleti en la liga contra el Mallorca. Javi que vive en Alemania, cerca de la frontera con Holanda, iba con el coche y Edu con avión desde Barcelona a Ámsterdam. Yo decidí volar a Alemania e ir con Javi en coche.

El martes por la mañana empecé el viaje. Unas dos horas y media para ir a La Haya. Sí, La Haya, no Rotterdam ni Ámsterdam, porque Edu había decidido que sería buena idea visitar La Haya. Dejamos el coche en un parking y una vuelta rápida por La Haya. Seguimos el viaje a Rotterdam. Llegamos al hotel, check-in rápido, cambio de ropa y a al lío.

El punto de encuentro para los aficionados del Atleti estaba a 10 minutos andando del hotel. Antes una cervecita rápida en el hotel y nos fuimos. El punto de encuentro, el “Oude Haven” estaba repleto de gente del Atleti, cantando, animando (y bebiendo). Faltaban unas 2 horas para la salida hacia el estadio, tiempo suficiente para visitar alguno de los Coffee Shops que hay en la ciudad. A mis compis no les va este tema, así que me fui solo.

18:30, por fin empezamos la marcha hacia el estadio. Es verdad que también había un tren especial, pero un partido de Champions de visitante sin la caminata no es lo mismo. Desafiando a la lluvi1a y el frío nos pusimos en marcha. Duró una hora aproximadamente, todo con buen rollo con la policía que nos acompañaba, cantando, animando, vamos lo típico. Como he dicho, aparte de la lluvia y el frío, fue una caminata de las mejores que he hecho en mis muchos viajes. La entrada al estadio igual. Rápido, sin problemas y todo relajadito.

Una vez dentro del estadio volví a encontrarme con Edu y Javi a los que había perdido durante la caminata. Empezó la ceremonia, ya con el estadio lleno, primero el himno del equipo local, luego el de la Champions y listo. El Atleti empezó bien, nosotros en la grada también. Como otras muchas veces, hoy parecía que el equipo local era el Atleti. Los 1.500 que fuimos no parábamos de animar. Los del Feyenoord, sin embargo, nada.

A los 15 minutos el primer gol, un poco raro, centro al área, nadie parecía alcanzar el balón excepto un defensa neerlandés que desvió el balón a la portería. 15 minutos, 0-1, podía seguir así. Con el 0-1 nos fuimos al descanso, no pasó mucho más en la primera parte. Empezó la segunda mitad y a los 12 minutos lo mejor del partido. Un atentico golazo de Mario Hermoso. No se sabe realmente qué quiso hacer, se supone que quiso centra el balón, pero le salió una vaselina perfecta. Encima del portero y dentro de la portería. 0-2, perfecto.

A partir del 0-2 el Feyenoord se espabiló un poco más. 20 minutos más tarde llegó lo que tenía que llegar, el 1-2 del Feyenoord. Faltaban todavía 15 minutos y creo que no fui el único que pensaba “a ver …”. Pero llegó otro jugador del Feyenoord que decidió que también quería marcar y lo hizo en su propia portería. 1-3 y aguantar 10 minutos más. Los aficionados de la zona visitante nos volvimos locos, celebrando la victoria. Los jugadores no fallaron, se acercaron a nuestra zona, saludaron y cantaron con nosotros.

Terminado el partido, como siempre, nos tocó media hora de espera hasta que nos dejaron salir. La verdad es que la salida fue más lenta y espesa que la entrada, pero todos estábamos contentos de ver que nos esperaba un tren que nos llevaría a la estación central. Llegados a la estación, ya cansados (y algunos más “alegres” que otros), nos compramos algo para comer y a la cama tan contentos.

A la mañana siguiente, o mejor dicho a las pocas horas, nos tocó levantarnos. Es decir, a Javi y a mí. Edu tenía el día libre y su vuelo salía al mediodía así que se quedó durmiendo a gusto. Como Javi tenía que trabajar ese día nos fuimos pronto, sobre las 7 de la mañana, no sin tomar un café por el camino.

En definitiva, un viaje muy bueno, divertido y con victoria. Gracias a todos y hasta el próximo partido ya en octavos. A ver quién será.


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