LA EUROCOPA NOS CALMÓ EL GUSANILLO

LA EUROCOPA NOS CALMÓ EL GUSANILLO

Cuando se acaba la Liga a todos nos asalta el mismo pensamiento: ¿Qué hago yo ahora sin fútbol? Casi dos meses sin ver rodar la pelota se nos hacen eternos, pero hay veranos (como este) donde un torneo internacional nos calma el gusanillo.

Este año la Eurocopa se disputaBA en Alemania y en nuestra peña tenemos seguidores de diversas selecciones. Por una vez nos cambiamos la camiseta rojiblanca por la de la selección que apoyamos y nos dispusimos a disfrutar del torneo.

Por casualidades (¿o causalidades?) de la vida y también, por qué no decirlo, por los increíbles contactos que tenemos en nuestra peña, me llegaron noticias de entradas disponibles para el partido España – Albania en Düsseldorf. De inmediato me hice con ellas y casi la directiva en pleno nos plantamos en el estadio para ver el partido. Pudimos obtener también entradas para el partido Turquía - Portugal que utilizaron otros miembros de la peña.

El próximo partido de la selección española sería contra Georgia y se disputaría en Colonia, ciudad donde vivimos bastantes miembros, y para nuestra sorpresa la FASFE y la Stadt Köln se pusieron en contacto con nosotros eligiendo nuestra peña como colaboradora de la preparación de la zona fan y de la marcha al estadio. Para nosotros fue todo un honor, un orgullo y un reconocimiento que contaran con nuestra ayuda, sobre todo cuando al día siguiente nos escribieron para felicitarnos por el buen funcionamiento de la organización.

La expectación iba subiendo y diferentes medios de comunicación se empezaron ya a poner en contacto con nosotros; nos conocen por nuestras intervenciones anteriores por el Atlético de Madrid y saben que siempre estamos dispuestos a colaborar. Entre dichos medios estaba la emisora de radio Onda Madrid, que comenzó llamando antes del partido de Colonia y siguió haciéndolo hasta poco antes de la final en Berlín. Proclamaron a nuestra presidenta talismán la selección española y probablemente así fue, pues cada intervención suya conllevaba después una victoria de La Roja.

Decidimos encontrarnos en un céntrico lugar de Colonia para comer juntos, y también contamos con la presencia de socios de la peña Colchoneros de Luxemburgo (entre ellos Paco, su presidente), a quienes pudimos conseguir entradas. La zona fan y la marcha al estadio fueron memorables; toda Colonia se volcó con nosotros y eso hizo que pasáramos un día maravilloso en el que la selección española fue protagonista pero el Atleti estuvo muy presente, y es que somos rojiblancos hasta la médula.

El siguiente partido sería uno de los más relevantes, ya que se enfrentaban la selección española y la alemana. En la peña teníamos el corazón dividido, pero nada nubló la alegría del encuentro en Stuttgart, donde también algunos socios estuvieron presentes. El resultado, como era de esperar, alegró a algunos y entristeció a otros, ya que Alemania quedaba tristemente apeada de la competición.

La Roja había llegado a semis. Las entradas iban subiendo de precio y cada vez eran más escasas, pero nosotros seguíamos consiguiendo entradas para nuestros socios, esta vez para el encuentro España – Francia en Múnich. Allí nos dirigimos y pudimos disfrutar de nuevo de una previa antológica y de un partidazo para enmarcar: España eliminaba a Francia y se plantaba en la final de la Eurocopa, ¡quién no hubiera dicho!

Al día siguiente, cuando se supo que el segundo finalista era Inglaterra, se desató por completo la locura por las entradas. Los precios se dispararon, la demanda era enorme, el interés subió a cuotas desconocidas, la euforia se palpaba a kilómetros, pero ya hemos demostrado en otras ocasiones que nada es imposible para nuestra peña ¡y conseguimos entradas de nuevo! No tantas como nos hubiera gustado, pero nuestra peña estaría de nuevo representada en un partido oficial tan importante como la final de la copa de Europa.

El camino hacia Berlín fue memorable: fuimos juntos varios socios de la peña y la juerga comenzó ya bien temprano en un tren adornado para la ocasión: banderines colgaban por todas partes, las mesas eran canchas de juego y los precios asequibles que había fijado la Deutsche Bahn hicieron que muchos hinchas se decantaran por el transporte público. Miembros de la Peña Polonia residentes en Berlín nos ofrecieron sus hogares para que durmiéramos allí, y ya nos recogieron en la estación central guiándonos por la ciudad y demostrando que somos dos peñas hermanas.

Nos dirigimos a la zona fan, ubicada en la Puerta de Brandenburgo, donde se mezclaban españoles con ingleses. A eso de las 4 de la tarde tuvo que ser cerrada porque la afluencia de público era enorme, pero alrededor había otros puntos de encuentro y la animación estaba asegurada.

La expectación y los nervios iban subiendo poco a poco y decidimos ir al estadio con tiempo. Nos desplazamos en metro y el trayecto fue inolvidable, cantado en conjunto con los hinchas ingleses, riendo, disfrutando del momento histórico que estábamos viviendo. Había un espíritu de camaradería que pocas veces se consigue en partidos de tanta relevancia y éramos conscientes de estar viviendo un momento único y especial.

La vista del Olympiastadion es simplemente impresionante. La explanada estaba llena de chiringuitos con bebida y comida, los hinchas cantaban, se hacían fotos conjuntas, se abrazaban; la euforia se palpaba en el aire y las ganas de fútbol eran cada vez más grandes.

No hace falta que comentemos el resultado del partido: España se coronó una vez más como campeona de Europa con un equipo joven, ilusionado y multicolor que nos ha regalado un torneo impecable. Lo celebramos como la ocasión merecía y al día siguiente, mientras en Madrid celebraban en Cibeles, nosotros, como buenos colchoneros, nos fuimos al Neptuno de Berlín a celebrar la victoria como se merece.

Gracias a Alemania por haberse volcado en la Eurocopa, por una organización soberbia que nos ha hecho sentirnos bienvenidos en cada momento. Gracias a La Roja por habernos hecho ilusionarnos desde el principio. Gracias a los hinchas por saber comportarse. Y gracias a todos los que han hecho posible que consiguiéramos entradas para disfrutar de un campeonato inolvidable.

Nosotros como Peña Atlética de Alemania hemos demostrado una vez más que tenemos unos contactos insuperables y una reputación intachable; que se cuenta con nosotros traspasando incluso las fronteras de lo referente al Atlético de Madrid, y que nuestros socios son ejemplo de buen hacer y de hermandad. Nosotros sí que somos una verdadera familia rojiblanca en Alemania que no solo lo demuestra con sus socios, también lo hace en sus relaciones con peñas vecinas.

Todavía nos dura la resaca …


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