DE LA GIRA A LONDRES PARA EL PARTIDO CONTRA EL ARSENAL
Después del sorteo, me alegré mucho al ver que nos tocaba un partidazo contra el Arsenal en Londres.
Así que, sin pensarlo, reservé todo rápido y la ilusión fue creciendo a medida que se acercaba la fecha del partido. Por la mañana cogí el tren hacia Fráncfort y de allí el vuelo a Heathrow. La lluvia constante al llegar apagó un poco el ánimo, pero daba igual: uno estaba allí para apoyar a nuestro Atleti.
Rápidamente me fui en el metro hasta el hotel, muy cerca de Victoria Station. La estación más antigua de Londres siempre es un placer verla. Tras hacer el check-in, salí a dar una vuelta y me metí en el pub “Shakespeare”, justo enfrente, para tomarme la primera pinta.
Después, tocaba ir al hotel del equipo a recoger las entradas. Un sitio realmente elegante, y allí me crucé con varias caras conocidas. Luego, tiempo para visitar los dos Hard Rock Café.
El nuevo, en Piccadilly Circus, estaba a reventar, aunque tenía cosas muy chulas en las paredes. Después me fui al segundo, el original de Old Park Lane, abierto en 1971. Mucho más pequeño, acogedor y lleno de reliquias de los Beatles, Stones, Led Zeppelin… auténtico estilo “old school”. Gracias de nuevo al camarero, que después del tremendo banquete me invitó a un whisky gratis.
A la mañana siguiente, día de partido, madrugué para el clásico English Breakfast. Luego tocaba paseo hasta el London Eye. Por el camino ya me crucé con varios atléticos. En el London Eye, la Abadía de Westminster, el Parlamento y sobre todo en el puente de Westminster, había un montón de rojiblancos. La vista desde el London Eye sobre Londres es indescriptible, y encima acompañó el tiempo.
De vuelta al hotel, cogí la bandera y demás, y otra parada en el Shakespeare para ir calentando motores. Luego rumbo a Hillsborough-Islington Station, punto de encuentro de la afición del Atleti.
Por desgracia, mi rodilla izquierda no quiso colaborar, así que tuve que ir solo hasta el Emirates Stadium (lo que deberían ser 10 minutos me llevó 45).
Frente al estadio, todo tranquilo y buen ambiente. Pero la policía no estaba por la labor: en cuanto llegó la marea atlética, empezaron a quitarle las bebidas a todo el mundo sin decir palabra, alegando prohibición de alcohol en la vía pública.
El acceso al estadio fue sin problemas. Dentro me encontré con Nuria e Iria, hicimos una foto rápida y para dentro. Luego vi también a Maribell y Rubén, y Tobi ya estaba por allí.
El partido… bueno, la primera parte aún se salvó, pero la segunda para olvidar. Tan flojo y sin respuesta no había visto nunca a mi Atleti. Tocó aguantar las burlas de los londinenses después del pitido final, quisieras o no.
Después del partido, directo al metro y vuelta rápida a Victoria Station. Acabé en el Wetherspoon, que por suerte abría hasta la 1:00, así que se pudo “embellecer” un poco el partido a base de pintas.
El miércoles, ya más tranquilo, regreso en avión y fin del viaje, con la esperanza de ver mejoría en Eindhoven e Estambul.
AÚPA ATLETI
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